
“Una vez eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.” – Sherlock Holmes
En el mundo de la administración y los recursos humanos, a menudo nos enfrentamos a situaciones complejas: ausentismo inexplicable, conflictos entre empleados sin causa aparente, decisiones que no generan los resultados esperados… Y, como buenos administradores, muchas veces buscamos respuestas rápidas, sin detenernos a analizar el fondo del asunto.
Aquí es donde el pensamiento de Sherlock Holmes puede enseñarnos algo poderoso.
La lógica aplicada a la gestión
Holmes no adivinaba. Observaba, analizaba y eliminaba lo que no tenía sentido. Esta mentalidad es oro puro cuando trabajamos con personas, datos, procesos o conflictos.
Imagina una baja productividad en un equipo:
- Se culpa al liderazgo.
- Luego a la falta de capacitación.
- Después al clima laboral.
Pero cuando analizamos datos reales, eliminamos lo imposible y nos enfocamos en lo que sí puede ser, descubrimos que el problema venía de una sobrecarga administrativa que no se había notado en los procesos de soporte. ¡Ahí estaba la verdad!
Cómo pensar como Holmes en RRHH
Aplicar el razonamiento de Sherlock Holmes no es solo para detectives, sino una habilidad clave para los profesionales de RRHH y Administración:
- Observa con atención. No des por hecho nada. Escucha y mira lo que no se dice.
- Recopila evidencia. Documenta, consulta indicadores, entrevistas o encuestas.
- Elimina lo improbable. Si algo no cuadra con los hechos, descártalo, aunque sea popular o cómodo.
- No te conformes con lo obvio. Muchas veces la causa real está en lo que parece poco probable… pero es verdad.
¿Dónde aplicar este enfoque?
- Investigación de conflictos laborales.
- Análisis de rotación o ausentismo.
- Evaluación de desempeño.
- Gestión de procesos administrativos ineficientes.
- Auditorías internas de cumplimiento normativo.
Aplicar el razonamiento lógico y crítico nos permite ser mejores líderes, administradores y aliados del talento humano. Ser objetivos no significa ser fríos; significa ser justos, estratégicos y, sobre todo, eficientes.
Y si alguna vez te ves en medio de un caso laboral que no parece tener solución, recuerda a Sherlock:
“Una vez eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.”