Hace unos años, un exjefe vio mi perfil de LinkedIn. Lo revisó con atención y al poco tiempo me escribió para decirme, casi como un reproche:

“No digas mentiras, tú no hiciste todo eso cuando trabajaste conmigo.”

Mi respuesta fue clara y sin rencor:

“Yo hice exactamente el trabajo que me pediste. Cada vez que te propuse ajustes, mejoras o cambios, no tenías tiempo para escucharme.”

Y entonces le dije algo que lo hizo pensar:

“¿Para qué comprar un auto deportivo si lo vas a manejar a menos de 50 km/h?”


Esta anécdota refleja una realidad común

Muchas veces las empresas cuentan con personal altamente capacitado, con habilidades que van más allá del puesto que ocupan. Pero si no se les permite aportar, si no hay canales reales de comunicación o si se les ve solo como “ejecutores”, entonces ese talento se desperdicia.

Y lo peor es que, cuando esas personas crecen profesionalmente y brillan fuera de la organización, los exjefes suelen decir “conmigo no era así”. Pero no era cuestión de capacidad, sino de contexto y liderazgo.


¿Qué podemos aprender de esto?

  1. El verdadero liderazgo escucha.
    No se trata de tener reuniones de retroalimentación por protocolo, sino de crear espacios donde las ideas del equipo tengan valor.
  2. El talento no crece en ambientes donde no se confía en él.
    Si solo se mide a las personas por lo que “se les pidió hacer”, se ignora todo el potencial que podrían haber aportado.
  3. No esperes a que se vayan para valorar su capacidad.
    Muchas organizaciones descubren demasiado tarde lo que tenían en casa.

¿Qué pueden hacer las áreas administrativas y de RRHH?

  • Incluir evaluaciones de clima organizacional que midan si las ideas del personal son tomadas en cuenta.
  • Revisar los perfiles de LinkedIn de tu equipo. No para juzgar, sino para descubrir todo lo que podrían aportar.
  • Implementar mecanismos de participación interna: buzones de ideas, cafés con líderes, comités de mejora continua.
  • Promover una cultura de liderazgo horizontal donde el conocimiento se comparte y se valora, sin importar el puesto.

Recuerda:

Si contratas talento, déjalo brillar.
Si tienes un deportivo en la empresa, no lo manejes como si fuera una bicicleta.

Por R Alejandro Mariano Torres

Especialista en Recursos Humanos, Tecnología y Gestión Empresarial Con más de 25 años de experiencia en gestión de talento, desarrollo organizacional y transformación digital en industrias como manufactura, logística y telecomunicaciones, me apasiona explorar cómo la tecnología redefine la administración empresarial. A lo largo de mi carrera, he liderado procesos estratégicos de RRHH, implementación de software de gestión y automatización de operaciones, asegurando el cumplimiento normativo y la optimización del talento en organizaciones nacionales e internacionales. Este espacio es un punto de encuentro entre administración y tecnología, donde analizo tendencias, herramientas digitales y estrategias innovadoras para potenciar la eficiencia empresarial. 🚀 Hablemos de cómo la tecnología impulsa el éxito organizacional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido protegido !!