
Hoy les comparto y analizo las buenas prácticas adicionales que implementamos en mi centro e trabajo desde los inicios de la pandemia. El objetivo: evaluar su impacto y compartirle al personal administrativo cómo estas acciones protegieron la salud, reforzaron la confianza y aprovecharon la tecnología para generar un entorno laboral más seguro y humano.
1. Mascarillas para empleados y familias
Diseñadas para reforzar el “source control”, las mascarillas recomendadas —distribuidas también a familiares— redujeron cadenas de transmisión. Según estándares sanitarios, esta disciplina de higiene personal es clave.
2. Espacio interno para cuarentena
Contar con una zona de aislamiento inmediato para personal con síntomas permitió contener posibles brotes sin depender de transporte o instalaciones externas .
3. Pruebas COVID-19 disponibles en la empresa
Adquirir pruebas de detección autorizadas desde abril —antes de que estuvieran ampliamente disponibles— mostró un enfoque preventivo activo. Detectar casos antes del contagio masivo es una buena práctica avalada por estándar sanitarios .
4. Marca visual de distancia física (vara de 1.5 m)
Implementar una herramienta visual simple para reforzar el distanciamiento físico (1.5 m) se alinea con las recomendaciones de seguridad laboral aplicadas globalmente .
5. Transporte seguro para casos sospechosos
El convenio con una empresa de taxis protegió al empleado y al sistema de transporte público, mitigando el riesgo de exposición comunitaria .
6. Gel antibacterial en planta y para el hogar
Instalar estaciones de gel y distribuir gel en casa fomentó higiene continua. Este tipo de puntos de desinfección son recomendados para mantener controles sanitarios constantes .
7. Teletrabajo
Adoptar el home office anticipadamente redujo aglomeraciones y priorizó la continuidad operativa. Esta estrategia ha sido parte de los lineamientos europeos y de la OIT para proteger al personal remoto.
Beneficios y valor agregado
Acción | Resultado |
---|---|
Mascarillas + gel | Bajó riesgos y reforzó confianza |
Espacio de cuarentena interno | Aumentó control de contagios |
Pruebas COVID | Vigilancia proactiva y protección |
Distancia visual | Refuerza cultura de seguridad |
Transporte especial | Mejora cuidado y confianza laboral |
Teletrabajo | Flexibilidad y continuidad operativa |
Estas acciones integradas demuestran un liderazgo estratégico y comprometido con el bienestar físico y emocional de tus colaboradores.
Recomendaciones para reforzar el impacto
- Comunicación constante: explica el propósito de cada acción (emails, intranet, reuniones digitales).
- Solicita retroalimentación: escucha opiniones, sugerencias y nivel de satisfacción.
- Mide resultados: realiza encuestas sobre clima, percepción de apoyo y confianza.
- Resalta historias: destaca experiencias positivas que inspiren a otros.
Conclusión
Las buenas prácticas que adoptamos no solo están mitigando riesgos sanitarios, sino que construyen un entorno de confianza, compromiso y sentido de pertenencia. Adoptar medidas proactivas fortalece la cultura organizacional y respalda realmente a los colaboradores, hoy más que nunca.