
En el mundo de la administración y los Recursos Humanos, hay decisiones que no siempre son fáciles: un conflicto laboral, un colaborador que genera mal ambiente, o incluso un líder con poder que afecta al equipo. ¿Cómo decidir con justicia sin poner en riesgo el negocio?
Aquí es donde entra una filosofía práctica, ética y poderosa que he aplicado durante mi carrera con excelentes resultados: “cuidar la fuente de ingreso.”
Este concepto, que puede parecer simple al inicio, tiene un impacto profundo en la forma en que tomamos decisiones dentro de las organizaciones. Hoy te explico en qué consiste y cómo puedes aplicarlo desde la administración y el capital humano.
¿Qué significa “cuidar la fuente de ingreso”?
La frase hace referencia a algo que muchas veces olvidamos: todos, desde el colaborador hasta la alta dirección, dependemos de que la empresa funcione bien para tener un ingreso, estabilidad y oportunidades.
Cuidar la fuente de ingreso es:
- Proteger las condiciones que hacen posible el trabajo: cultura, clima, liderazgo.
- Tomar decisiones pensando en la sostenibilidad del sistema, no en intereses personales o momentáneos.
- Actuar con firmeza cuando alguien amenaza ese equilibrio, ya sea un colaborador, un jefe o incluso una política mal aplicada.
¿Por qué es importante para el personal administrativo?
Porque el área administrativa es el puente entre la operación y la estrategia. Es quien gestiona procesos, da seguimiento a las personas, y muchas veces enfrenta conflictos directamente. Aplicar esta filosofía te ayudará a:
- Evitar favoritismos o decisiones emocionales.
- Ser más estratégico y justo al tomar decisiones.
- Promover un ambiente laboral sano y productivo.
- Anticiparte a problemas que pueden escalar si no se gestionan a tiempo.
Aplicaciones prácticas
🔹 Cuando el colaborador busca que lo “corran”
Sí, pasa. Hay personas que buscan salir con beneficios. ¿Qué hacer? Aplicar esta filosofía ayuda a diferenciar entre un problema que se puede resolver y una conducta que daña a todos. La decisión no es emocional: se toma pensando en lo que protege a la organización sin caer en injusticias.
🔹 Cuando el sindicato defiende lo indefendible
La negociación debe basarse en hechos. Si el colaborador daña el clima, la productividad o representa un riesgo, entonces cuidar la fuente de ingreso implica defender el derecho de los demás a trabajar en paz y con respeto.
🔹 Cuando la gerencia protege a un líder tóxico
Aquí se necesita mucha madurez: mostrar datos, hablar con claridad, y proponer soluciones que no generen conflicto directo pero sí protejan al sistema. El objetivo: evitar que una mala decisión de arriba arruine todo lo que otros construyen desde abajo.
¿Cómo aplicar esta filosofía en tu día a día?
- Evalúa cada decisión preguntándote: ¿esto protege o debilita la fuente de ingreso común?
- Usa datos antes que suposiciones. Mide rotación, ausentismo, quejas.
- Sé justo, no reactivo. Ni extremo protector ni verdugo.
- Piensa en la sostenibilidad de la organización, no solo en el “ahora”.
Conclusión
Cuidar la fuente de ingreso no es una frase bonita. Es una filosofía que me ha guiado como administrador de Capital Humano y que puedes adoptar como herramienta estratégica y humana. No se trata de tomar partido, sino de proteger aquello que permite que todos sigamos adelante: el trabajo digno, la estabilidad y el equipo.
Si cada decisión administrativa parte de esta idea, estarás aportando valor real a tu empresa. Porque cuando cuidamos la fuente, cuidamos todo lo demás.